Por su compromiso inquebrantable con la justicia social, la reforma agraria y los derechos de los pueblos indígenas y campesinos de Bolivia, la Fundación TIERRA realizó este martes un emotivo acto de reconocimiento a su fundador Miguel Urioste Fernández de Córdoba, quien asistió al evento acompañado de su familia. El evento también congregó la presencia de numerosas personalidades cercanas a la institución y a Urioste, quienes expresaron su gratitud por el legado construido.

“Este es un acto para homenajear no solo al colega, también al amigo. y como es imposible separar ambas dimensiones entre sí y tampoco separar a Miguel de la Fundación TIERRA, quiero mencionar determinados hitos en nuestra historia que reflejan la visión de Miguel, sus rotundos aciertos como fundador, como director, como estratega institucional”, destacó el director de la Fundación TIERRA, Juan Pablo Chumacero, quien puso relevancia en el papel que tuvo Urioste en la creación de la institución con los objetivos de estudiar lo agrario en Bolivia y contribuir, desde la investigación y la propuesta, a un debate esencial: reencaminar la Reforma Agraria en Bolivia para beneficio de campesinos e indígenas en el país.
Chumacero también destacó como momento clave el 2009, cuando Miguel decidió dejar la dirección de TIERRA y, por su insistencia, se establecieron límites en los periodos consecutivos para ejercer la dirección en la institución. "Es esencial el rol que Miguel asume inmediatamente después, como investigador, pero fundamentalmente como un asesor generoso, humilde, y abocado con convicción a la consolidación de la nueva dirección y los nuevos liderazgos en TIERRA", señaló.

Resaltó también su persistencia "en la defensa del perfil institucional, como un centro de investigación, con y para las comunidades, haciendo investigación y acción, pero con énfasis en la propuesta, en la incidencia, insistiendo en el rol comunicacional que debe acompañar a la investigación".
Un legado de compromiso y formación
A su turno, Roxana Liendo, presidenta de la Asamblea de TIERRA, resaltó la entrega de Urioste a los demás y en particular los hombres y mujeres indígenas, campesinos y campesinas que son los desposeídos de la tierra y lo siguen siendo.
"En 1991, cuando él abre el camino de reflexión, de investigación, de temas urgentes y necesarios, sobre el derecho a la tierra, la tenencia de la tierra, la producción de la agricultura familiar, los temas de la parte cultural, ha sido toda una flecha lanzada hacia el futuro desde el arco de Miguel, que nos ha trazado el camino a todos y todas las compañeras y compañeros que estamos en la Asamblea actualmente", afirmó.
Liendo enfatizó la importancia de "reconocer el trabajo de Miguel hacia la formación de equipos, hacia la formación de gente joven, que va a continuar con este trabajo pendiente, con estos grandes desafíos que tenemos pendientes". En un gesto simbólico, Liendo entregó a Miguel un pan, en representación de la practica altiplánica de reconocer con un collar de pan a las autoridades originarias cuando dejan su cargo.
“Hoy nos convoca y reúne la gratitud y el reconocimiento a una persona muy cercana a todos nosotros, Miguel Urioste Fernández de Córdoba. Hablar de Miguel es hablar de un político intelectual comprometido, con convicciones firmes, y sobre todo un boliviano que entendió que la justicia social se construye con trabajo, disciplina, coherencia y desprendimiento”, afirmó a su turno, Gonzalo Colque, ex director y actual investigador senior la institución.
Colque subrayó que TIERRA, según visión de Urioste, no es una ONG más, sino un espacio de acción, de pensamiento crítico, de investigación rigurosa, de incidencia política, una pequeña Bolivia donde convergen collas y cambas, y compañeros de trabajo educados en colegios de élite y compañeros educados en escuelas rurales en el altiplano boliviano.
En un mensaje personal, Colque equiparó a Urioste como un “buen maestro alfarero que, además de escultor de madera, un día tuvo la debilidad de tomar en sus manos esta arcilla aymara que soy, para reclutarme como ayudante de investigación, trabajador de base, técnico del proyecto y más tarde quizás aprendiz y finalmente reemplazo en la dirección de esta institución".
En medio de los emotivos mensajes, fue Pilar Uriona, presidenta del Directorio de TIERRA, quien entregó una plaqueta conmemorativa a Urioste, que lleva grabadas las siguientes palabras: "Gracias por enseñarnos que defender la tierra es defender la vida, que trabajar con los pueblos es un acto de justicia y que el compromiso no se declama sino que se practica. Tu legado perdura en cada uno de nosotros y nosotras".
Carlos Mesa, expresidente e historiador, tomó la palabra a nombre de los amigos y amigas presentes, recordando el libro que Urioste escribió tras su campaña presidencial a finales de los años 90: ¿Valió la pena? “¿Cómo no va a valer la pena Miguel?” Respondió el expresidente destacando a la vez el coraje de Urioste. "Has tenido la valentía de entender cuándo uno está equivocado, de cambiar de rumbo, no para cambiar de estrategia ni para cambiar de ética, sino para fortalecer la ética". Y afirmó: "Miguel, valió la pena, tu vida valió la pena muchísimo, tu vida es un ejemplo. El corazón no se va, se queda, se queda con nosotros, en profundidad, con el alma llena, llena de la amistad, no solamente personal sino colectiva".

Mesa definió a Urioste como "político, hombre comprometido con el país, hombre comprometido con los más débiles y los más pobres. Pero un hombre comprometido con la vida, entendida como un don ético y como un compromiso permanente de futuro, de presente y de siempre".
Miguel Urioste, visiblemente emocionado, agradeció a los presentes: "Simplemente gracias por acompañarme. Nos estamos acompañando entre nosotros y yo creo que aquí nos sentimos entre nosotros militantes de una causa. La justicia, la democracia, la hermandad, está bullendo aquí en este alrededor". Y añadió: "Me voy lleno de satisfacción y de sentimiento del deber cumplido, la satisfacción de haber aguantado hasta ahora, hubiera querido seguir más, pero este cuerpo ya no va. Mi respuesta más bien es de orden emotivo, humano, es un mensaje de amor nada más. Gracias por todo".
Desde ayer, adicionalmente a la plaqueta entregada a Urioste, una placa con el mismo tenor fue instalada en las puertas de las oficinas de TIERRA, que es un recordatorio permanente de que el legado de Miguel Urioste no se mide solo en años de dirección ni en reconocimientos, sino en las vidas transformadas, en los equipos formados, en las luchas ganadas y en ese círculo de amigos, y amigas que el martes se reunieron en su honor.