La Fundación TIERRA propuso un conjunto de seis acciones clave de política pública orientadas a prevenir futuros incendios forestales en Bolivia en el marco de la presentación del informe “Incendios forestales 2024: Tras las huellas del fuego”, documento sobre los devastadores incendios de 2024 que arrasaron 12,6 millones de hectáreas en el país. El texto será presentado este miércoles 4 de junio en el hotel Cortez de Santa Cruz y el 5 de junio en el Museo Nacional de Etnografia y Folklore (Musef) de Sucre, en eventos que comenzarán a las 18.00.

La investigación —que fue producida gracias al apoyo de la Iniciativa Ambiental TeamEurope (Unión Europea y Suecia)— analiza en profundidad las causas y responsables del peor desastre ambiental registrado en la historia boliviana y concluye con seis recomendaciones estratégicas que apuntan a abordar tanto los problemas inmediatos como las causas estructurales que provocaron la catástrofe.
“Hay una necesidad esencial de un cambio radical de rumbo en el tema ambiental, en cómo se usa el bosque y la tierra. Se requiere un cambio político y normativo y se requiere repensar y restructurar el rol de las instituciones que están ligadas a la administración del bosque. Pero este es un objetivo a largo plazo. De manera inmediata tenemos recomendaciones esenciales y específicas”, manifestó el director de la Fundación TIERRA, Juan Pablo Chumacero.
La primera propuesta es fortalecer el monitoreo efectivo y fiscalización de la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT). Según el informe, más allá de endurecer las sanciones administrativas y penales, resulta "fundamental el fortalecimiento de los mecanismos de monitoreo en terreno, su integración con la información satelital para el combate del fuego en tiempo real y reformas institucionales de fondo".
La segunda recomendación apunta a focalizar los esfuerzos con intervención preventiva en las zonas donde históricamente se originan los incendios. "Los principales puntos de origen del fuego son relativamente pocos y las zonas de incendios recurrentes también son bastante conocidas", señala el documento, sugiriendo que el control preventivo en estos puntos estratégicos "puede marcar la diferencia durante los operativos".
Con carácter de urgencia, TIERRA recomienda realizar "una auditoría técnica y jurídica de las autorizaciones otorgadas por la ABT" para desmontes en zonas de bosques protegidos y tierras ganaderas. Esta auditoría debería estar a cargo de "una entidad especializada, externa e independiente" y evaluar el cumplimiento de las disposiciones técnicas y legales que rigen los cambios de uso del suelo, así como identificar posibles malas prácticas en los trámites de permisos.
La cuarta propuesta urge al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) una rendición pública de cuentas sobre los asentamientos de comunidades en tierras fiscales. El objetivo es "diferenciar las comunidades que legítimamente responden a las necesidades de acceso a la tierra, de aquellas que solo sirven para encubrir a los traficantes de tierras". Este ejercicio de transparencia debería esclarecer quiénes, cómo y por qué se beneficiaron con autorizaciones de asentamientos y permisos de desmontes y quemas.
La quinta recomendación aborda el problema de los mercados irregulares de tierras dentro de asentamientos y territorios indígenas, considerando que los incendios "no solo afectan a las comunidades y territorios indígenas, sino que tienen consecuencias negativas sobre los bienes comunes". El informe sugiere conformar comisiones mixtas con participación de autoridades estatales y representantes de organizaciones indígenas, nombrados según sus normas consuetudinarias, para realizar esta verificación en el marco de los derechos indígenas constitucionalizados.
Finalmente se sugiere la zonificación y delimitación de la agricultura mecanizada para desarrollar instrumentos de zonificación ecológica y socioeconómica que permitan delimitar claramente las áreas donde puede y no puede desarrollarse la agricultura mecanizada.
Asimismo, TIERRA recomienda elaborar diagnósticos transdisciplinarios del uso del suelo, realizar evaluaciones para identificar zonas ecológicas y socioeconómicas, y trabajar en propuestas de zonificación que delimiten las áreas aptas para diferentes tipos de actividades productivas.
El texto en físico será entregado a quienes asistan a las presentaciones que se realicen en Santa Cruz y Sucre. Para quienes no puedan participar, pueden descargar el documento aquí: Incendios forestales 2024. Tras las huellas del fuego